Actualización Semanal de las Elecciones en EE.UU.
Published on 2024-09-22

El sindicato Teamsters rompe la tradición y no respalda a ningún candidato en 2024
El 18 de septiembre de 2024, el sindicato Teamsters tomó una decisión audaz al optar por no respaldar a ningún candidato presidencial, rompiendo con su larga tradición de apoyar a los demócratas. Esta decisión es significativa, ya que los afiliados del sindicato han mostrado un sorprendente apoyo hacia Donald Trump: encuestas internas revelan que casi el 60% favorece al expresidente a pesar de su retórica contraria a los sindicatos. Esta neutralidad podría influir en los resultados de estados clave, donde el respaldo sindical suele ser determinante. La falta de apoyo es un golpe para Kamala Harris, cuya campaña contaba con el respaldo sindical como motor de impulso en la carrera de 2024, y podría reflejar fracturas más amplias en las alianzas tradicionales del movimiento obrero.
La Cámara votará para ampliar la protección del Servicio Secreto tras intentos de asesinato contra Trump
La Cámara de Representantes se prepara para votar este viernes un proyecto de ley crucial que ampliaría la protección del Servicio Secreto a los principales candidatos presidenciales y vicepresidenciales. La medida fue impulsada por dos intentos de asesinato contra el expresidente Donald Trump. El proyecto bipartidista, liderado por los representantes Mike Lawler (republicano) y Ritchie Torres (demócrata), surge tras preocupaciones de seguridad por incidentes ocurridos en un mitin en Pensilvania y en la propiedad de golf de Trump en West Palm Beach. La legislación necesita una mayoría de dos tercios para su aprobación, lo que resalta la urgencia de proteger a los candidatos. Mientras tanto, un grupo de trabajo que investiga fallas de seguridad ha ampliado su alcance para incluir estos intentos, y los legisladores siguen buscando una ley de financiación temporal para evitar el cierre del gobierno antes del 30 de septiembre.
Los demócratas apuestan fuerte: inversión de 25 millones de dólares para defender la mayoría en el Senado
Con la lucha por el control del Senado intensificándose de cara a las elecciones de 2024, los demócratas están realizando una audaz inversión de 25 millones de dólares para defender su ajustada mayoría. Los fondos se destinarán a campañas agresivas de movilización de votantes en 10 estados clave, incluyendo campos de batalla como Arizona y Florida, donde los demócratas intentan arrebatar escaños a senadores republicanos. Apuntando a votantes jóvenes y de minorías raciales a través de campañas digitales y de base, la estrategia se ve impulsada por un fuerte aumento en la recaudación de fondos motivado por la candidatura presidencial de Kamala Harris. A pesar de que los republicanos están gastando más que sus oponentes, los demócratas apuestan a una alta participación en estos estados decisivos que podrían definir el equilibrio de poder en Washington.
El impacto del crecimiento del empleo y la inflación en las elecciones presidenciales
El crecimiento del empleo y la inflación son dos indicadores económicos clave que pueden influir significativamente en el resultado de las elecciones presidenciales. Cuando la economía está generando empleos, por lo general mejora las posibilidades del candidato oficialista, ya que los votantes asocian el aumento del empleo con un liderazgo eficaz. Un sólido crecimiento del empleo implica más personas trabajando, ingresos en aumento y mayor confianza económica general, lo que genera una sensación de estabilidad. Ejemplos históricos, como la reelección de Bill Clinton en 1996 durante un período de expansión económica y bajo desempleo, demuestran cómo un mercado laboral próspero puede fortalecer las perspectivas políticas. Los votantes tienden a ver la continuidad como la mejor opción cuando perciben que la economía va en buen camino.
Sin embargo, la inflación puede deshacer rápidamente esos avances al reducir el poder adquisitivo y aumentar el costo de vida. Cuando la inflación es alta, los votantes sienten el impacto en sus gastos diarios, lo que a menudo genera insatisfacción con la administración actual. Esto crea una sensación de inseguridad económica, incluso en contextos de bajo desempleo, ya que los salarios no siempre alcanzan a cubrir el alza de los precios. La elección presidencial de 1980 es un claro ejemplo: Jimmy Carter perdió frente a Ronald Reagan en medio de una alta inflación, a pesar de que otros indicadores económicos mostraban señales de recuperación. La inflación suele tener un impacto más inmediato en la vida de los votantes que el crecimiento del empleo, por lo que se convierte en un factor crítico en cualquier campaña presidencial.
En definitiva, el equilibrio entre el crecimiento del empleo y la inflación representa un acto delicado para los candidatos presidenciales. Una economía sólida, con aumento del empleo y una inflación controlada, ofrece las condiciones ideales para una reelección. Sin embargo, si la inflación se dispara o el empleo se estanca, se abre la puerta para que los candidatos de la oposición argumenten la necesidad de un cambio, ya que los votantes tienden a priorizar su seguridad financiera a la hora de votar. Lograr este equilibrio es esencial y, como demuestra la historia, cuando uno de estos factores pesa más que el otro —como una alta inflación en tiempos de crecimiento del empleo— el resultado electoral puede inclinarse drásticamente hacia el cambio de gobierno.
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